Salgo a las 7 de la mañana y es noche cerrada. Voy con la frontal y el "orballo" hace que el haz de luz esté cargado de gotas diminutas. No hace frío y se anda bien.
Cuando amanece nos encontramos rodeados de castaños y robles en "corredoiras" placenteras para el caminante.
Poco antes de Morgade está el hito indicando que faltan 100 km. para Santiago; como veis en la foto está plagado de inscripciones de gente sin civilizar; que pena.
Llegando a Morgade, repongo fuerzas en un bar y cual es mi sorpresa que la mujer que lo atiende nació en Baracaldo : Es hija de un emigrante gallego que trabajó en AHV y tiene a la madre y a todos los hermanos allí. Ella decidió un buen día, volver a sus orígenes y aquí está, sirviendo una coca cola y una ración de empanada a un peregrino. ¿Como era aquello del mundo y el pañuelo?
Camino durante dos horas con un catalán de mi quinta, que tiene dos hijas gemelas que son juezas y sacaron la oposición a la vez; una de ellas estuvo en Azpeitia durante tres años juzgando delitos de terrorismo y al salir de casa siempre llevaba dos escoltas, fuera a la playa, al supermercado, o de copas. Duro, muy duro.
En la foto podeis ver todo tipo de conchas de peregrino. Me pareció bonito
Llegamos a Portomarín (que no tiene puerto ni tiene mar) y me despido del catalán, que se queda aquí.
Este pueblo tiene la curiosidad de que el nuevo puente sobre el Miño, está construido sobre el viejo, que normalmente está bajo las aguas, pero con la pertinaz sequía se puede ver en su totalidad
La niebla ha levantado a las 11h. y las últimas dos horas el sol me castiga bien.
Llego a Gonzar a las 15h.15´ dando por concluida una jornada de 8h y 15minutos.
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